«Willyfog» nos plantea la cuestión: «Soy muy mental, y a veces me rayo mucho. No sé cómo parar la mente, porque empiezo a preocuparme, y me quedo solo».
Respuesta: Entiendo tu preocupación :), y pretender parar la mente es darle más preocupación, echar más leña al fuego. Lo mejor en esos casos es que le des la atención a otra cosa. Si estás muy «rayado», opta por ver la televisión, o hacer alguna actividad que te distraiga en ese momento. Luego, cuando ya estés más tranquilo, puedes optar por mirar esa preocupación de cerca, pero no desde la mente, sino desde otros ángulos.
Una opción es hacerle un dibujo. No importa que no sepas dibujar, eso es lo de menos. Dibujar la preocupación te ayudará a canalizarla de otra manera, y también te dará información después de cómo vives esa experiencia. Atender a qué es lo que te mueve esa preocupación; es decir, el motor de esa preocupación es siempre una emoción, aunque no sepas cuál es. Una vez ves tu dibujo, pregúntate qué emoción está relacionada con esa preocupación. Qué te ha enfadado o entristecido, o lo que sea de esa situación, relación,…